El cuidado de la piel, debe hacerse con cierta frecuencia para que mantenga el equilibrio adecuado de sus aceites naturales y evitar que se reseque.
Ciertas cremas de calzado, la conocida Nivea o los productos específicos que se venden en tiendas, son perfectos para un mantenimiento semanal, porque hidratan el material y le aporta la flexibilidad necesaria para que se mantenga en buenas condiciones.
Se debe utilizar un paño humedecido en agua y dejar secar durante un tiempo. Después, aplicar la crema elegida, dejar secar y más tarde abrillantar con un paño de lana. Nunca utilizar disolventes ni abrasivos para las manchas. No exponer el sofá a la acción de los rayos solares u otras fuentes de calor. Si se pone cerca de una chimenea o radiador, se recomienda colocarlo con una separación mínima de 60 cm.
Por sus características naturales de elasticidad, con el uso, tiende a parecer arrugas en la misma, que no hay que interpretar como un defecto del sofá, si no como un comportamiento natural de la piel.